Hoy 15 de Octubre, es el Día Mundial de la ambliopía. Desde Óptica Gómez Lor, queremos explicaros un poquito más acerca de esta disfunción, así como cuáles son sus causas principales, su sintomatología y cómo podemos tratarla.

¿Qué es la ambliopía?

La ambliopía, también conocida como ojo vago, es la disminución de la capacidad visual de uno o de ambos ojos, por falta de uso durante el período de aprendizaje visual. 

Es una patología que se origina en la infancia, y que si no se diagnostica y trata a tiempo persistirá durante la edad adulta. Es el motivo más frecuente de pérdida de visión en los niños y jóvenes en los países desarrollados, y afecta al 3-4% de los niños en edad escolar.

Causas de la ambliopía

La ambliopía u ojo vago, puede ser causada por diferentes factores, como por ejemplo:

  • Estrabismo: que significa que el niño desvía uno o ambos ojos. El cerebro para no ver dos imágenes, anulará la visión del ojo desviado, de manera que impedirá el desarrollo normal de ese ojo.
  • Defectos ópticos (astigmatismo, hipermetropía o miopía): si hay un error refractivo, la imagen que recibirá el cerebro será borrosa, y se conformará con esa imagen que ve y la curva de aprendizaje se estancará.
  • Anisometropía: que es la diferencia de dioptrías (o sea, de tamaño) de un ojo con otro. Cuando uno de los dos tiene más graduación, esa imagen será más borrosa, por lo que el cerebro por el mismo mecanismo explicado anteriormente lo que hará será escoger el ojo con menor graduación, y mejor visión, haciendo que el otro “no trabaje”.
  • Causa orgánica: es cuando hay un obstáculo en el eje visual, por ejemplo una catarata congénita, una opacidad en la córnea, una ptosis (o caída del párpado), enfermedades en la retina…, cualquier patología que interfiere en la proyección de la imagen correcta al cerebro será causa de ambliopía.

Síntomas de la ambliopía u ojo vago

En la mayoría de casos, la ambliopía no presenta ninguna sintomatología, ya que, como hemos explicado antes, el niño se desenvuelve con total normalidad. Ellos no saben qué es lo que es ver bien.

Por ello, es importante que los adultos la identifiquemos con signos o manías del propio pequeño: torcer la cabeza, parpadeo constante, tener el párpado caído, no prestar atención…

Estos signos y otros muchos más, nos deben alertar de que el niño puede tener un problema visual. En ese momento, es cuando debemos actuar y acudir a nuestro óptico-optometrista para que evalúe su visión.

¿Cómo se trata la ambliopía?

Para tratar la ambliopía lo primero es identificar la causa y corregirla. Si hay por ejemplo un defecto de refracción, corregirlo mediante gafas, lentes de contacto; si hay un obstáculo visual, una catarata (se puede operar), un párpado caído que tapa la pupila (se corrige la altura mediante una intervención) y un vez identificada la causa tratamos el ojo vago.

Para tratar la ambliopía, el primer paso es identificar la causa y corregirla. Por ejemplo, si hay un efecto de refracción, podemos corregirlo mediante gafas o lentes de contacto. Si hubiera un obstáculo visual como una catarata, se podría operar.

En definitiva, antes de actuar, hay que identificar el motivo del ojo vago. En Óptica Gómez Lor apostamos por la Terapia Visual, un tratamiento adaptado y personalizado para cada paciente, no invasivo y que consiste en un programa de ejercicios específicos y personalizados cuya finalidad es estimular a nivel cerebral las habilidades visuales.

Lo que no aprendamos durante los primeros años de vida, no lo recuperaremos en la edad adulta. Por ello, es importante acudir a las revisiones visuales periódicas, y de vital importancia que haya un diagnóstico precoz para empezar el tratamiento cuanto antes.

¿Crees que tu hijo/a puede padecer un problema visual, o incluso ambliopía? Pide cita en nuestro centro de Pontevedra y evaluaremos su visión.