La exposición al ruido en el trabajo puede ser perjudicial para la salud de los trabajadores. El efecto más conocido del ruido en el trabajo es la pérdida de audición, un problema que ya se observaba entre los trabajadores del cobre en 1731. Sin embargo, también puede aumentar el estrés y multiplicar el riesgo de sufrir un accidente. 

La pérdida auditiva como consecuencia del ruido es la enfermedad profesional más común en Europa, y representa aproximadamente una tercera parte de las enfermedades de origen laboral, por delante de los problemas de la piel y del sistema respiratorio.

Por lo general, la pérdida auditiva como consecuencia del trabajo es provocada por una exposición prolongada a ruidos intensos. Su primer síntoma suele ser la incapacidad para escuchar los sonidos de tono alto. 

A menos que se resuelva el problema que plantea el exceso de ruido, la capacidad auditiva de la persona continuará deteriorándose, hasta llegar a tener problemas para detectar los sonidos de tono más bajo. Normalmente, este fenómeno se produce en ambos oídos. La pérdida de audición provocada por el ruido es irreversible.

Aumento del riesgo de accidentes

El ruido puede provocar accidentes de las siguientes formas:

  • Dificultando a los trabajadores escuchar y comprender correctamente las voces y las señales.
  • Ocultando el sonido de un peligro que se aproxima o de las señales de advertencia (por ejemplo, las señales de marcha atrás de los vehículos).
  • Distrayendo a trabajadores como, por ejemplo, los conductores.
  • Contribuyendo al estrés laboral que aumenta la carga cognitiva e incrementa la probabilidad de cometer errores.

¿Qué es un protector individual contra el ruido?

Un protector individual contra el ruido es un equipo de protección individual. Gracias a sus características de atenuación acústica, disminuye los efectos perjudiciales del ruido en la audición, evitando su deterioro.

Existen 4 grandes familias de protectores individuales contra el ruido:

  • La diadema con cascos: los cascos —unidos entre sí por una diadema que pasa sobre la cabeza— se colocan sobre las orejas.
  • Los tapones con diadema: se colocan en la entrada o en el interior del conducto auditivo. Una banda rígida de plástico garantiza la sujeción.
  • Los tapones de oídos moldeables o preformados: se introducen directamente en el conducto auditivo.
  • Los tapones moldeados contra el ruido o protecciones auditivas a medida: se fabrican a partir de las impresiones de los oídos del usuario. Tras la toma de impresiones, se fabrican en silicona o en resina acrílica.

¿Tu trabajo requiere una exposición a ruidos fuertes? ¿Sientes que tu audición se ha deteriorado a causa de tu trabajo? Pida en Óptica Gómez Lor, tu centro auditivo de confianza y realiza una revisión auditiva.