La pérdida de audición afecta hoy en día a unos 466 millones de personas en todo el mundo, y está previsto que la incidencia aumente en los próximos años. La cifra de afectados ascenderá a los 900 millones en el año 2050 y se cree que 1 de cada 10 personas sufrirá este problema. 

Pero… ¿Qué se considera pérdida de audición? El umbral de audición hace referencia a la intensidad mínima que imprime el oído humano. El valor normal oscila entre los 0 y los 25 dB (decibelios) y, en los casos en que se supere esta cifra, se puede hablar de pérdida auditiva. La gravedad del problema siempre irá aumentando conforme lo haga el umbral.

Hay varios grados de pérdida auditiva, que van de leve a profunda. Se puede decir que se ha llegado a este último nivel cuando el umbral supera o iguala los 91 dB. En estos casos, se hace difícil escuchar incluso los sonidos con amplificación.

Causas de la pérdida de audición


Aunque comúnmente vemos las pérdidas de audición presentes en personas de edad avanzada, también lo padecen personas jóvenes y a veces los niños. ¡Sigue leyendo para saber cuáles son las causas más comunes!

1. Causas congénitas

A veces, el problema viene determinado por una causa congénita que provoca la pérdida auditiva en el momento de nacer o incluso poco tiempo después. Por ejemplo, si se tienen complicaciones durante el parto o el hecho de que el bebé nazca con poco peso. 

También podrían afectar el mal uso de algunos medicamentos, como los diuréticos o los anti-palúdicos (para tratar el paludismo o la malaria) o el hecho de que la madre sufra alguna infección durante el embarazo.

2. Causas adquiridas


Si hablamos de causas adquiridas, hay otros muchos factores que pueden afectar a la capacidad auditiva:

  • Exposición a ruidos muy elevados o excesivos, ya sea en el entorno laboral o en los momentos de ocio. Por ejemplo, escuchar música con los auriculares a un volumen muy alto y de manera prolongada.
  • Algunas enfermedades como las paperas, el sarampión, la meningitis o la enfermedad de Ménière pueden provocar daños en el oído.
  • Las infecciones del oído como la otitis media también pueden ser la causa de problemas auditivos. De hecho, la otitis media crónica es de los detonantes más frecuentes para la pérdida de audición en niños.
  • Traumatismos en el oído o craneoencefálicos, el envejecimiento y la obstrucción del conducto auditivo. Esta última está muchas veces provocada por la cera.

¿Cómo prevenir la pérdida de audición?

  • Reducir la exposición a ruidos fuertes y prolongados en la medida de lo posible, puede ser un factor fundamental para prevenir la pérdida de audición. Si es tu caso, que el ruido forme parte de tu trabajo, podrías tomar medidas preventivas como el uso de Epi’s como tapones auditivos, orejeras o cascos anti-ruido. 
  • Evitar el uso de auriculares: Cuando se hace uso de ellos generalmente se sube el volumen al máximo. Si además, los auriculares que se utilizan son pequeños, el impacto en el tímpano es mucho mayor que si fueran auriculares grandes.
  • Evitar el uso de bastoncillos para la higiene del oído: que mucha gente los use no es sinónimo de correcta higiene auditiva. De hecho lo más probable es que origine tapones, al empujar la cera al final del conducto. De esta manera se originarán importantes problemas auditivos.
  • Mantener los oídos secos: es muy importante que seques bien tus oídos cuando termines de ducharte o de darte un baño. Mantener el conducto auditivo bien seco, sin humedad, lo previene de posibles infecciones por hongos. 
  • Realizar revisiones auditivas anuales: Es necesario acudir a algún centro especializado en audiología a la mínima que se note una pérdida auditiva. Una revisión a tiempo puede evitar problemas más graves en el futuro.

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