El uso de mascarillas se ha vuelto obligatorio en la mayoría de nuestro entorno. Con ella podemos reducir la propagación del virus y diferentes enfermedades de transmisión respiratoria, en cambio, producen otras incomodidades como pueden ser las rojeces en el rostro o molestias en la superficie ocular. 

Una de las molestias más comunes es la del ojo seco, llamada MADE (Mask Asociate Dry Eye), por sus siglas en inglés. Se trata de una nueva condición que se produce por el aire que sale de la parte superior de la mascarilla y alcanza la superficie de nuestros ojos. La película lagrimal es una barrera esencial contra los cuerpos extraños pero puede verse comprometida si el uso de la mascarilla hace que dicha barrera se evapore más rápidamente. 

Una de las preocupaciones más altas de los expertos es que debido a esta incomodidad, los usuarios tienden a tocarse la cara y podría provocar que la propagación del virus sea mayor. 

Gotas lubricantes

Con COVID-19 y el uso de mascarilla, la sequedad ocular o la irritación pueden convertirse en un problema para un gran porcentaje de la población. Por ello, recomendamos el uso de las gotas lubricantes para los ojos y la protección ocular, como las gafas protectoras, junto con las mascarillas. 

Mascarillas adecuadas

Las mascarillas deben estar bien ajustadas a la nariz para que el aire no alcance la superficie ocular, así pues recomendamos las mascarillas con un alambre flexible para que el ajuste sea mayor. Además de esto, es necesario que la mascarilla sea del tallaje de la cara de nuestros pacientes.

Descansos ante las pantallas

Estos últimos meses, la exposición a las pantallas ha sido y está siendo mayor. Sabemos con certeza que la frecuencia del parpadeo disminuye considerablemente ante un dispositivo electrónico, por lo que la probabilidad de sufrir ojo seco aumenta. Por ello, es recomendable realizar las siguientes acciones: 

  • Mirar a lo lejos (preferiblemente a través de una ventana) y enfocar un objeto lejano durante 20 segundos por cada 20 minutos de lectura, para relajar el sistema visual del excesivo trabajo en visión cercana que se pueda estar realizando. (RECODAD: 20-20-20). Por cada 20 minutos de esfuerzo visual, 20 segundos mirando a más de 20 pies que son 6 metros).
  • Parpadear con asiduidad para irrigar mejor los tejidos corneales y disminuir la rigidez visual
  • La ILUMINACIÓN, mejor si es natural. De ser artificial, se debe de trabajar con una iluminación ambiente en el techo y otra directa en la tarea que estemos realizando. Esta luz directa debe entrar por el lado opuesto a la mano utilizada para escribir y debe ser 3 veces más potente que la iluminación ambiente de la habitación.

No todos los ojos son iguales, ni todas las personas, nosotras te recomendaremos y asesoraremos sobre qué tipo de gotas serán mejor para tí a través de un estudio personalizado de la lágrima.

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